EL TERCER CIELO
Una aureola de luz emanaba de mi estrella,
¡Mi estrella que tanto quise que brillara!…
que brille con ahínca en su condición de astro.
Y el destellar de luz irrumpió todo a su paso,
en un tercer cielo donde se convirtió…
en el astro majestuoso coronado en su aureola.
De una estrella que deseaba brillar,
Paso a ser la estrella de mayor brillo…
en la ciudad de la divinidad del tercer cielo.
En los manantiales de la ciudad de la divinidad,
quise coquetear mirándome en las celestes aguas…
pero el destello de mi astro me encandilo.
Los jardines del paraíso del tercer cielo,
Se dejaban bañar por la luz de mi estrella…
la cual no iría a menguar siendo luz constante;
de la ciudad de la divinidad del último cielo.
Los ángeles y querubines que danzaban con sutileza,
al ritmo de las trompeta de un coro celestial…
estaban hechizados en su danzar bajo el brillo de Mi estrella.