Sara (Bar literario)

A un amuleto: la lumbre dactilar..

Tu parte se fue

Solo se quedó esta pared agrietada, con posters rasgados por el vientre: intemperie de ojos y bocas. Tú no estás más y me duele la arista de nuestras ropas bordadas con el calor de las mismas manos. Las esquelas de columpios vuelan en tu prematuro regazo, la determinación de tu infortunio cosido a las alas de inminentes primaveras, se llevan nuestros años de risas y delantales sucios. Y qué nos queda por hacer, sino acogernos al festín de la vida y tomar de ella la tarde consagrada al recuerdo que brota en tu frente y la mía: inclinación al tratado y todas sus causas.

Miro atrás: la luz de la lámpara ha agotado la luz reminiscente del día en que aprendimos a cruzar la vereda sin el calor de la misma mano.

 

Por siempre…