Ni el canto del pájaro,
Llena esta congoja,
Ni los arboles
Entre el día y la noche,
Enmarcados por la luna,
Recién estrenada,
En este ocaso, no hay nada,
Que llene mi alma,
Esta noche mágica,
Mis ojos están empañados,
Por lágrimas
Aun no derramadas,
La pena llena mi pecho
Y no quiero sujetarla,
Después de un torbellino,
Llega la serena calma
Y con ella el vacio
Sonoro de una pena,
Que cae frente a mis ojos
Desvelando mi razón,
Llena de frustración,
Ahora estoy vencida,
Me avergüenza sentir,
Tan profundamente así,
Quizá el desgaste
De un largo camino,
Que pasa factura aun.
En esta noche con luna,
Hay tanta soledad,
Que tengo miedo al silencio,
De las palabras usadas,
Que mis aguas,
Siempre seguras,
Son olas feroces
Que ahogan
Mi horizonte.