cami-de-sirga

Dar la nota...

(ironía)

Dícese que dar la nota

es como dar el tono de inicio, la tonadilla,

eso que ayuda a que no se desafine,

aunque siempre hay quien,

por mucho que lo intente,

no hay quien lo afine.

Cuentan algunos maridos,

Sottovoce, lejos de oídos inoportunos,

que es como las mujeres…

Que no hay manera de cogerles el tono,

ni acertar con las teclas, ni de dar con los acordes…

siendo tú, al final, quien se deprime

por no dar con una clave que, ellas,

ni de lejos, a su acceso te permiten.

Dícese también del profesor o docente,

que da la calificación a su pupilo,

a veces bajas, por no decir malas, además de reincidentes,

y otras, las menos, recibidas con júbilo.

Y conduciendo, no digamos,

Tanto hombre como mujer, tanto da,

Dan la nota

cuando tiran recto, teniendo que girar,

se te cruzan, cuando tienes que pasar,

o bien van por el medio cuando hay que ir por el lateral…

Prefiero quedarme aquí con un “dar la nota”

como el arte, tan extendido, de no acertar ni una,

de estar siempre donde no toca,

de hablar cuando tendrías que callar

y permanecer mudo cuando se te reclama opinar.

Dar la nota,

ése que siempre mea fuera de tiesto,

y que lo hace espontáneamente, con soltura,

demostrando en estas artes ser diestro,

y no estando, casi nunca, a la debida altura.

Seguro que de estos conoces alguno,

que siempre viene presto aunque no tenga puesto…

O alguna, que haberlas… haylas,

que sin ser invitadas al chismorreo

parece que el viento les haya dado alas.

Es de mal arreglar que alguien dé la nota

entre amigos, desconocidos, en una fiesta o en un entierro.

Luego, el de turno, tiene que venir el bombero

sin comerlo, sin beberlo y sin quererlo,

a apagar ese fuego, prendido quizá sin pretenderlo

por ese bocazas, siempre inoportuno…

Eso es dar la nota

Estar donde no te llaman…

Hablar cuando hay que callar…

Callar cuando hay que hablar…

Venir cuando tendrías que partir…

Y partir cuando tendrías que venir…

Incluso reir, cuando se debería sufrir.

Ir a una fiesta sin ser invitado…

Ser exhuberante cuando hay que ser comedido…

Y ser un rollo, siempre repetido,

cuando tienes ya al mundo entero, aburrido…

¿Quieres dar la nota?

Tranquilo, tranquila…

Que cuando la das,

aunque no te dés cuenta,

ya se NOTA.