EDUARDO FAUCHEUX

CAPITULO 10: ASI QUE EN ESTA HISTORIA HAY INTELIGENCIA

CAPITULO 10: ASI QUE EN ESTA HISTORIA HAY INTELIGENCIA


Cada acto de la vida, por pequeño y rutinario que sea, es una posición filosófica en potencia. Cada hecho cotidiano y aparentemente insignificante es, muchas veces, el punto de arranque, el inicio, de un nuevo camino que puede cambiar nuestro destino.
El poeta que siente las letras en sus fibras íntimas tiene que transmitir la vehemencia, la intensidad del dolor de su alma, la pureza del espíritu cuando se independiza de la lógica, la irrefrenable tentación a explotar en risas o lágrimas frente a la felicidad y la alegría o frente a las penas. Si esto no ocurre, uno no es un poeta, solo es un escritor de versos y estrofas.

 

Le hemos escrito y cantado a la luna,

a la lluvia, al viento, a la playa y al mar,

a la amistad, al corazón y a las estrellas, una por una;

a la belleza y al amor que no podemos olvidar...

***

Hemos conjeturado sobre la conciencia,

sobre Dios, el cielo y la eternidad;

sobre la imaginación y sobre toda la ciencia;

sobre la honradez, la confianza y la caridad...

 ***

Hemos opinado sobre política y economía

sobre el Destino, los sueños y nuestros proyectos;
sobre la sociedad, sus conductas e ideologías

¡ y en globalización ya somos perfectos!

***

Ahora bien... ¿y nuestras vidas en qué han cambiado?

¿Las malas costumbres y vicios, los hemos eliminado?

¿O solo somos críticos de vidas ajenas,

del mundo, de gente y situaciones que apenan?

***

Casi todos tenemos algo de bellos y de jóvenes. Al menos, los que intentamos mantener cierta espiritualidad en nuestras vidas.

 La sabiduría me conmueve...
Las personas toman caminos,
con sus farsas y con lo que las mueve,

con sus deseos y sus destinos
en largas vidas de existencias
tristes, locas o divertidas.
*
Quizás sean viejos enojos infantiles...
Quizás adolescentes resentimientos...
Vaya uno a saber qué frustraciones juveniles
de cariños o de amores de otros momentos!
*
Las viejas heridas que no cierran,
por recuerdos, muchas veces, insostenibles,
que no se toleran, que nos duelen, que no se entierran,
por la necesidad de sufrir de maneras repetibles.
*
Sentimientos de tortura irrefrenables
que aquejan alocando la vida de sufrientes
logran hacer los momentos insoportables
cuando se abren esas heridas tan dolientes...
*
Quizás la vida se vuelva tolerante
cuando ACEPTEMOS lo que ha sido inevitable,
ya que en las duras condiciones tan cambiantes,
nuestra Vida se debe tornarla soportable.
*
Porque de eso se trata nuestro vivir,
donde las penas debemos asimilar,
de lo contrario sería imposible subsistir
sin poder reir, sin ser feliz, sin poder amar...
*
Pero el gran secreto está en la ciencia
de no tener pena alguna aburrida;
por no poseer la inteligencia
de saber vivir con alegría nuestra vida,
entre tanto caos que nos afecta la conciencia
que nos impide una existencia divertida.
*

¡Envejecer con gracia, es la consigna!

Veo a viejos seres con miedos y prejuicios...
veo a seres de creciente evolución...
veo a seres con invalorables juicios
y veo a seres que hacen caso al corazón.


A algunos, muchas vidas les llevará, insisto, aprender que los años van pasando, inexorablemente... Llega un momento en que pierden importancia los yates, autos lujosos, joyas y alhajas y los millones en los bancos. Ahora los valores pasan por poder agacharse, porque no nos salgan esos pelos duros en las orejas, por que no se caiga lo que no se deba caer ni crezca lo que no debe crecer ni se nos salga lo que no se nos deba salir. Conservar todos los dientes, es ya convertirse en un triunfador!!! Tener el cabello completo, aunque esté casi blanco, todavía provoca la envidia y la desesperación de los calvos. El peso corporal también es un valor apreciado, sobretodo en el reino femenino, ya que eso le quita el sueño a más de una... Y, muchas veces, tantas ricachonas poderosas invierten vanamente sus fortunas en dietas y gimnasios intentando lograr la figura de la chica de veinte años del barrio de la otra cuadra, por la que anda la muchachada atrás de ella como perros en celo, babeantes por su belleza y sin importarles que no tenga ni una sola moneda.

Por lo pronto, todavía sigo subiendo de a dos los peldaños de las escaleras. El día que empiece a subirlos de a uno, me declararé VIEJO y me internaré en un geriátrico, pero, por ahora, sigo pensando que, aún así, mi última neurona pensante me hará creer que sigo siendo el mismo adolescente de siempre!

Es así la vida... llena de insatisfacciones, frustraciones y envidias. Aprendí que ser feliz, implica portar un cierto grado de egoísmo, en cuanto a sensaciones se refiere, en cuanto al uso del tiempo, en cuanto a la elección de amigos, en cuanto a las reglas de los buenos modales y las buenas costumbres, en cuanto al \"qué dirán\", en cuanto a tener que soportar a los indeseables, a los parientes insufribles o a los estúpidos de turno y en cuanto a tener que realizar acciones que no siento o que no me da la gana hacerlas. A veces sucumbo en mi \"flojedad\" de carácter y cuando me doy cuenta, me dijo a mi mismo lo tonto que fui...
De a poco se aprende. No es tarea fácil cuando uno viene acarreando un equipaje con un peso al que uno se acostumbra pero que, poco a poco, le doblega las espaldas.
Muchas veces, esos \"adentros dormidos\" son parte del equipaje que uno soporta pero que es inútil llevarlo porque nunca se lo usará y del que uno debe desprenderse para que el viaje sea mas placentero (\"Rico no es el que más tiene, sino el que menos necesita\")

Los malos momentos sirven de mucho, para reflexionar, y son un peldaño más para elevarnos en un crecimiento espiritual.

Eso sí, si uno le encuentra \"la vuelta\" a la existencia, ¡¡¡QUE BELLA ES LA VIDA Y QUE LINDO ES SER FELIZ!!!



Eduardo Faucheux

15-04-2013