Es tan pequeño como un granito de anís, y ya por sus
genes se sabe que sus ojos serán verdes, su pelo rubio
ondulado, su carácter será alegre y amigable.
Sus padres no saben, que él existe, pero él es ya vida.
Van transcurriendo los días.
Me siento bien en mi pequeño, pero seguro mundo.
Un día, mamá se entera que yo vivo dentro de ella.
Entonces escucho gritos y llantos. ¿Por qué llora mi mamá?
No puedo decirle nada pues aun no puedo hablar.
Oigo la voz de mi padre, que amenaza con marcharse si mi
madre no hace algo que no acierto a escuchar.
Luego un portazo y sollozos, y no lo puedo evitar, soy
todavía ¡tan chiquito!
Hace días que mamá está sola pues no escucho la voz de papá.
Hoy comenzó a latir mi corazón de por sí, pero el de
mamá hoy late más deprisa. Yo que estoy viviendo de bajo
de su corazón lo siento diferente a otros días.
¿Será por qué crezco más? Mamá, ¿cómo será mi mamá?
Pero, ¿qué pasa hoy?...Siento que este pequeño mundo se agita.
¿Qué pasa, mamá? Ya no escucho tu corazón… si yo a ti te quiero ya…
¿Por qué… por qué…me matas mamá?