Aunque dejemos de soñarnos y nos hayamos olvidado mutuamente, ni tú, ni yo desapareceremos el uno para el otro. Porque si bien es cierto, que al final de los finales, uno es el reflejo... pulido u ofuscado, pero el reflejo de decisiones, de dudas, de alegrías, penurias y convicciones, en fin: la proyección de la vida vertida en la memoria. También es cierto que la memoria se hace de olvido. Así... que no temas mi olvido, yo tampoco temeré del tuyo. -La proyección del olvido-
Junior R. Velázquez L.
29.03.2013