Puedo gritar al mundo que te quiero y por eso me dicen loco,
puedo cantar libremente y me llaman mendigo,
pero canto y grito sin ataduras en mi garganta,
con la alegría de un niño con la soltura de un jilguero.
Puedo salir al parque con mi guitarra y cantar a la vecina en la madrugada,
fumarme un cigarro en la esquina de mi cuadra,
beber una copa de vino que acompañe a las notas de mi guitarra,
cantarle a la vida, al amor, y a la mujer que roba mis pensamientos.
Sin ataduras que me impida correr por la vida disfrutando de la sonrisa,
sin cadenas que me aten al suelo y me impidan levantar el vuelo,
puedo decir basta a un sufrimiento que me acompaña,
a un dolor como un veneno que quiere matarme sin remedio.
Tengo la libertad para decir que te amo, para decir que te extraño,
no quiero quedarme con esta bronca que llevo dentro por no gritar lo que siento,
porque ahora es el momento para decir que te quiero,
porque hoy estoy con vida, mañana,,,,,,,,, mañana quien sabe.
RICVEL