Astaroth DiMort

Mi Nombre es...

Ahí estabas a lo lejos, de pie, provocativa e inocente, frágil e imponente, tierna y salvaje, la luna fue la única espectadora en tan sublime aparición, Venus había tomado forma humana y deleitaba mis sentidos con su presencia.

Los luceros de la noche enmarcaban tu figura haciendo resaltar cada uno de tus detalles femeninos, el aire jugueteaba con tu larga cabellera negra y al mismo tiempo logra un vaivén hipnotizador en tus vestimentas.

Tus delicados movimientos se habían fusionado con los sonidos de la noche creando una danza tan sublime que, incluso, el mismo Diablo hubiera calmado las llamas del Infierno para poder apreciarla en sus terrenos.

Lentamente me fui acercando, quería saber tu nombre, quería olerte, sentirte, y aun cuando sabía que iba a ser imposible, me apresure más y más, mis sentidos estaban extasiados, ¡QUERIA SABER QUE ERAS REAL!

Al estar frente a ti, tu figura completa giro y en un instante estabas detrás de mí, tus labios se acercaron a mi oído y lentamente susurraste... Mi Nombre es...