A pesar de la distancia
Nada importa la distancia que las separe
si cuando dos almas se han unido,
ellas aprenden a expresar su lenguaje,
a demostrar su amor y a entregarse cariño.
Son como dos estrellas que por las noches brillan
y en el cielo se juntan para amarse profundamente,
y a la luz de la luna se abrazan y se besan
y se entregan completas aunque lejos se encuentren.
Esas almas sinceras aunque no se conozcan
aunque sus voces nunca se hayan escuchado,
son dos fieles amantes que en la distancia gozan
y se juran amor eterno y pasión desbordada.
El amor que las une las enseño a entender
que a pesar de la lejanía en que ellas viven
pueden comunicarse sin tenerse que hablar
pues con su pensamiento todo se lo dicen.
Si ávidas están de entregarse ternura
de fundir sus caricias y de darse calor
ellas cierran los ojos y se dicen en silencio
que no habrá obstáculos que les impida su amor.
Porque el amor que las une es puro y transparente
ellas no se amilanan ante la cruel distancia
para ellas no existe la palabra imposible
y juran que se amarán aunque nunca se encuentren.
Cuando solas se sienten esas dos dulces almas
se piensan y se buscan y en la lejanía se abrazan
y se dicen tiernamente que su amor es infinito
y que no lo destruirá, ni el tiempo, ni la distancia.
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