Quisiera hoy, que estás vulnerable, dolido quizás con la vida;
y que tus interrogantes se actualizan, quisiera,
devolverte ese abrazo apretado que me diste
con el que intentaste ahuyentarme las penas,
Y tus sabias palabras que hicieron que mi alter ego
encuentre dentro de sí mismo sustancia y fundamento
después de haber quedado sin sustancia y sin fundamento.
Y hoy, desde este puerto donde encalló mi barca
que se encontraba perdida en los ignotos mares de la desolación,
abro mis brazos para este abrazo que te ofrezco.
Quisiera beberme el trago amargo que te toca beber,
pero sé que tú dominas el criterio de la muerte
tanto como el de la vida,
sabes que él ‘’voló hacia la eternidad’’
y tú te quedas en la eternidad de tu grandeza, fuerte
porque sé que tu fortaleza nace de tu esencia y tus fundamentos.
Estoy contigo en un fuerte abrazo.