De pronto me paré un día apretando tu mano
y caían como rocío en la hiedra, lágrimas diferentes,
de pronto te tomé el hombro y te dije hermano...
De un solo color y una sola apariencia:
!Nos perdimos en un abrazo!
Hoy, sentados en la patria verde,
contemplamos y recordamos momentos de insensatez,
en donde venció el color a patria y la juventud de las palabras,
siento que nada ha cambiado, porque en el fondo:
Siempre nos amamos.
De pronto hoy te digo hermano y cabalgamos en la esperanza,
de pronto tu palabra sincera regocija mi conciencia,
de pronto hoy mis consejos y mis pensamientos se han establecido en tu vida,
como parte de la unidad:
!Hoy estoy contigo!
Y entonces comenzaron a predominar los sueños,
los cánticos de humildad y de unidad fueron parte del festejo,
atrás quedaron diferencias y colores
y en el horizonte...
Su mirada con color a patria viva.
©ricardo_felipe
Un soñador sin mucha estirpe