Versos de amor y pasión intensa hacia la mayor creación de Dios... LA MUJER...
Me declaro apasionado, del candor que la reviste, y la belleza innata, que solo Dios la hizo inconfundible,
De suaves expresiones, que a través de su sonrisa, derriban mis agonías en las peores rebeldías,
De cálidas manos tan suaves, que saben acariciar con una leve melodía, mi vida carente, de aquel zumo de carisma,
Que aquel rubor que ella mantiene, no es más que el néctar apasionado, que desea todo hombre al contemplarla con el sol como presente adecuado...
¡Porque eres Mujer! Y mis versos son tan factibles, por el cariño que te tengo y amor que sobre ti yo entrego…
¡Porque eres Mujer! Y su pasión es tan absorbente, que solo la entrega es el mejor resultado, para tener una vida nada carente,
¡Porque eres Mujer! Y tus abrazos son delicias, que ni los ángeles podrían igualar el cariño, que sobre mi depositas,
¡Y porque eres Mujer! El sol y la luna solo de ocultarse se ocupan, al ver tu llegada, que siempre las vislumbra...
Este amor que profeso, es mi bendición, es como un sueño eterno, del cual jamás quisieras despertar,
Es un amor eterno, que recito a través de estos versos, y su única salida, el calor de sus besos al decirme que me acaricias,
Es un amor eterno, que dice cuanto la quiero, que se arrodilla por una lágrima que rodaba por su mejilla,
Y siempre será eterno puesto que mi Amor siempre será sincero, y su fatal despedida el desprendimiento de mi alma que por ella yo daría…
Porque solo una es la sensación, y solo una es la verdad, como ellas ninguna, como tales su cariño nos deslumbra, y en la tenue sensación de un claro atardecer, sus caricias, sus besos y palabras, es lo único que hace descansar, el cuerpo maltrecho de un hombre, que desea aprender saber cómo es el amarlas en verdad…