Durante una hora lúdica de libertad te propongo que entremos al laberinto, uno desde cada punto, que corramos hasta encontrarnos. También te insinúo que cuando pase esa estrella fugaz que vemos siempre, a esta hora, digamos nuestra palabra mágica "SÍIIIII" y le pidamos tres deseos, dos deben tener que ver con nosotros. Durante esta hora lúdica de libertad disfrutemos de la luz de la luna para mirarnos a los ojos y prometernos que siempre intentaremos hacer estallar nuestras vidas.