Este vacío es un parpadeo,
mesa contaminada de polillas
la verdad se asoma en la escalinata
y se rueda niña en su delantal
con flores en cloroformo de estrellas,
de un cielo que se cuarteó la oreja
al soñar con el Braile del alma,
La mesa tiene polillas
es una mesa que se niega de torsos
pero se aferra al corazón de una ceniza
con labios de anonimato.
Y si tocar el pie fuera el fin del alma,
el suelo no tiene piel
el suelo es un cementerio de miradas,
Pero, la mesa, es yuxtaposición
eje de sí misma
y de la nada que existe en sus rodillas.
Lugar que libera la estática
del compacto tren rodando en sus elipsis.
Y si quitar la mesa fuera el fin del insecto
colado en la lucidez existencial de una rendija,
No, la mesa es una estrategia,
si el hablante se mueve,
la mesa se torna silla
Y qué será de mí