Gracias mi niña hermosa, mi princesa,
mi fragil gacela, mi pequeña traviesa
porque en tu vuelo me has marcado
el más seguro sendero tras de ti
hasta encontrar tu nido bajo el sol de abril,
ahi donde tu y yo más que enamorados
nos daremos delicioso abrigo y fuerzas
sin temor de lluvias que acrecienten ríos
o de tormentas de invierno que congelen.
Gracias porque no te has hecho inalcanzable
y no has ido a morar en la calle del olvido,
Tengo la guía de tu hermosa palabra
y el dulce código de tu alma enamorada,
me has regalado la huella de tu abrazo
y el dulsor inolvidable de tus besos,
Es por eso que mi amor... luna encantada,
sentimiento sin caducidad...incondicional,
de tus mil encantos... vive felizmente preso.