Hugo Emilio Ocanto

Déjame interpretar (Monólogo) Grabado

Estoy leyendo un guión teatral.

Nadie me lo ha entregado.

Solo lo he encontrado en mi biblioteca.

Un viejo guión teatral.

Allí hacía yo uno de mis

personajes más recordados.

Mi vida ahora ya es

una vida llena de recuerdos.

Hay recuerdos tristes,

y hay recuerdos que me hacen

muy feliz el recordarlos.

Cuando se llega a cierta edad,

como la que yo tengo,

los recuerdos están siempre presentes.

A veces como los sueños,

sueños son...

también los recuerdos, recuerdos son...

Ellos viven en mí, porque han sido

parte de mi vida...

en realidad, ha sido MI VIDA...

vivir para poder interpretar...

lo lamentable es cuando

se pierde al público,

cuando ellos ya no están delante

mío, viéndome actuar...

El actor, como un gran laburante,

como un empleado de cualquier institución,

como los que extras realizan, los abogados,

los médicos... como todo ser

que ejerce una profesión.

Como los poetas, que plasman

con la pluma de su mente

y de su alma, todo lo que sienten...

actuar, transmitir al público,

lo que el personaje requiere...

convencer a los espectadores

de lo que el intérprete realiza

sobre el escenario...

Bendita profesión la del actor.

Hoy, en este momento, estoy

leyendo y recordando un personaje...

hoy quiero volver a revivirlo...

pero mi esposa me dice que harta

está de escuchar personajes muertos...

personajes muertos... la comprendo...

me quiere decir que deje de ilusionarme 

con un pasado que ya nunca más

he de tener... ni la actuación,

ni mi público...

ni los aplausos, ni las luces del escenario...

ni el silencio maravilloso

que existe en el escenario,

antes de comenzar la función...

los actos de la obra a representar...

No quiere escucharme,

está cansada de escuchar textos

de personajes que me dieron

tanta satisfacción...

y que ahora son solo recuerdos...

pero nada me importa...

seguiré leyéndolos,

seguiré interpretándolos,

aunque el público no exista...

En mi soledad, estoy acompañado

por estos personajes que he interpretado,

a los cuales les entregué toda mi alma

de actor... ya olvidado, y con algunos fracasos...

los fracasos... no los tengo en cuenta,

no me molestan en este momento...

quiero volver a leerlos e interpretarlos...

con ellos soy  feliz, muy feliz...

¿Es necesario que entres aquí?

¿qué es lo que necesitas,

solo interrumpirme?...

Déjame tranquilo, déjame interpretar...

¿podrías hacerme el favor de retirarte?

No me digas que tengo un mal carácter,

tú me induces a que me ponga nervioso,

y que te recrimine... y que te pida

que te retires... nada tienes que hacer

aquí, en mi biblioteca, déjame solo...

déjame interpretar...

Sí, también la vida es una comedia...

pero lo que yo quiero es interpretar...

haz el favor de retirarte y dejarme en paz...

¿es que quieres hacerme enfurecer,

me quieres trastornar, hacer enojar?...

retírate, por favor, no seas cruel...

déjame interpretar, no puedo vivir

sin poder hacerlo... tú lo sabes...

lo tuyo es crueldad, maldad...

¡retírate!... hazme el favor

de irte... déjame actuar...

retírate, ten piedad de mí...

¿por qué eres tan cruel?

¿Por mi enfermedad, cuál enfermedad?

¿mi corazón... qué es lo que

pasa con mi corazón?...

Ah, estoy en tratamiento...

y no puedo alterarme...

pero si eres tú la culpable

de mi alteración... no me dejas tranquilo,

me interrumpes, me haces poner mal...

me cortas mi inspiración...

¡No me importa morir!...

la representación me da VIDA...

ganas de  vivir...

Que no puedo hacerme mala sangre,

que no puedo alterarme...

si no estuvieses presente,

hubiese estado tranquilo,

no me hubiese alterado...

Tú eres responsable de mis nervios,

de mi alteración, de mis disgustos...

¿que lo haces porque me amas?...

tú...¿me amas? Entonces,

¿por qué no me dejas interpretar?

¿qué me va a hacer mal

al corazón, interpretar?...

Tú sabes el amor que yo

tengo por la interpretación...

¡No, no me importa morir!...

¿para qué quiero la vida

si no puedo interpretar?...

Entonces... que llegue mi muerte...

he de hacerme la ilusión

de que estoy representando

un personaje en el cual,

al final de la obra, muero...

¡No querida, a la muerte

no le temo! ¡Vivir sin

poder interpretar... eso  para mí

es peor que la muerte!...

Vete, déjame en paz...

¡Aunque la muerte encuentre,

déjame interpretar!...

Todos los derechos reservados del autor( Hugo Emilio Ocanto - 19/04/2013)