Esos silencios viajeros de momentos certeros,
inquietos y traviesos que van alzando vuelo,
que subliman las almas en espacio y tiempo
van dando cita a lo que está de manifiesto.
Sus hilos sublimes saben decir lo que se ha de sentir…
y sabios en su andar un éxtasis saben dejar
en esos cuerpos que subyacen en su andar
y que van descifrando en su sentir la luz para existir.
Son silencios cómplices que ansían suspiros... los tuyos y los míos
y en su génesis van abriendo las puertas y las ventanas,
van orquestando un sentimiento con sus serenatas
…y cuando éstos nos motivan ya no se siente frío.
Ellos bailan y sonríen en las melodías que conviven…
y ese invaluable sentir, lo acuno y lo protejo en mi corazón
porque silencios como esos son para mí una razón…
son avecillas que endulzan mi vida y la de quien lo vive.
Y es que cuando el silencio desea hablar… se debe dejar…
porque entre silencios van y silencios vienen…
conciertos viajan dejando aromas a mieles
y, porque hoy es la única respuesta posible a entregar.