Presiento el amor en tu mirada,
y al ver tus manos temblar,
lo traduzco en deseo carnal.
Te siento vibrar aún sin verte,
delatado, tal un adolescente.
Mi siquis me anticipa el encuentro
y acelera el rítmico músculo.
Siento como se enerva mi piel
y una cascada de ardientes sensaciones
invaden y conmueven mi ser
No debo hablar! Mi voz enronqueció
y eso es mayor confesión
que el rubor que me embargó.
Como un torbellino me llevas
por caminos donde juntos corremos.
Todo mi cuerpo en sinapsis.
Turbulento está el rubí que fluye
hasta mis sienes, preparando el éxtasis
Te siento sin reservas, generoso,
posesivo y complaciente
Siento toda la energía del universo
entre los dos, quemándonos
en el fuego fatuo del deseo.
Y el vértigo al que me llevas
me muestra un arco iris
transformado en caleidoscopio
que gira y gira vertiginosamente
llevándome con él, al paroxismo.
Trémula, agitada, sudorosa
y con el corazón desbordando
Siento el abrazo de mi amado.