Mi mundo, 07 de Julio de 2007
Tu mundo
Asunto: nuestro tercer aniversario.
Ex-agente de mi corazón:
Empezaré esto tratando de ser objetiva y directa: el problema es que ya no me gustas, te quiero como amigo, ¡¡pero tú a mí no!! Ese es el maldito problema, ¿entiendes?
Creo que ahora me tengo que enfocar en otros aspectos más importantes de mi vida y no en el amor, (es otro problema, ya van dos y serán mil, siempre podremos encontrar más).
Estoy escribiendo esto como va saliendo de mí, ni siquiera me estoy enfocando si lo que estoy escribiendo está gramaticalmente bien escrito (sólo la ortografía, soy demasiado perfeccionista). Pero me vuelvo a enfocar: por el momento no necesito un amor adolescente, ¿para qué? Sólo me quita tiempo, y yo no tengo tiempo.
Quiero llegar a ser algo grande en está vida - para eso necesito pulirme, necesito horas y horas de aprender, pensar, estudiar, leer, reflexionar, necesito aplicarme, esmerarme, ser dedicada y contigo no puedo, simplemente porque no eres el correcto. Además, lo peor de todo, es que te quiero y no te quiero. Sin ofender, eres lindo, pero no... tú y yo no vamos, no encajamos, no eres mi media naranja; tal vez en el fondo lo sepas.
Durante todos estos años fuiste muy bueno conmigo, y me da lástima, pero qué más puedo hacer, ¿qué más puedo hacer si no escribir esto?
Ser perfecto es el mayor defecto.
Todos cometemos errores, pero no todos cometemos la misma cantidad. ¿Es casualidad, destino o suerte? Mi error es que yo me sé toda la teoría de memoria, pero la práctica... la práctica no me sale. Al final me saldrá - lo he intentado, he caído, me he parado y vuelto a intentar: sigo intentando y seguiré, porque tengo fe y mantengo el optimismo que al final me saldrá. Te preguntarás qué, qué es lo que a esta cínica le saldrá: a mí me saldrá todo, todo lo que me proponga.
Las palabras nacen, salen de la boca, viven el presente y luego se esfuman, se las lleva el viento. Me inquieta que pueda cambiar de opinión y que estas palabras queden marcadas, dejen cicatrices y ya no exista vuelta atrás, eso me inquieta mucho. Yo no sé… de las muchas cosas que no entiendo es el porqué de mi ignorancia, tal vez falta de experiencia, tal vez es que soy nada en el infinito.
Otro punto es mi belleza, siempre he dicho que la belleza es subjetiva, ¡pero por qué le gustaré a tante gente (entre ellas tú) y yo a mí misma no! No es la autoestima, ¿es que soy muy terca? Aunque en el fondo sepa que soy bella no quiero aceptarlo - no quiero aceptarlo ya que insito que el físico no importa - e insisto que el físico no importa porque quiero que los demás vean mi interior. Y tú no viste el gran interior que tengo. Eso me dolió, sólo viste mi envoltura. Por eso, aunque tenga miedo de arrepentirme: adiós…
Mi mundo es extraño, muy extraño.
El fin del mundo llegará algún día, quién sabe cuándo, y el fin de mi mundo también llegará, no quiero saber cuándo, porque es el mundo que más me importa; y me pregunto, ¿es esto ser egoísta? No, porque tu mundo también me importas, o más bien me importabas; (la vil costumbre) se me olvidaba que ya me he despedido, que ya te he dicho adiós.
No necesito nada, no necesito nada, nada, ¡lo juro! Nada. Todo es nada y no lo necesito, pero a veces lo quiero, ¿será por puro ocio? Tú me quisiste dar todo y el ocio estuvo ahí, un rato, sólo un rato.
Esto no funcionó: por mi culpa, por tu culpa, por nuestra culpa. Porque te quise cambiar, porque sólo quisiste ver lo que te convenía…
No creas que fue fácil para mí, seré honesta. Derramé muchas lágrimas, sí, esa sustancia compuesta por agua, glucosa, proteínas y muchas veces… tristeza.
Dame la respuesta, no quiero la correcta, sólo quiero la respuesta. Sólo quiero saber la verdad, ¿pero la verdad es lo que quiero oír (consecuentemente mentiras) o la verdad es una declaración que no contradice a la realidad? Y qué hay de la realidad, ¿es una simple ilusión, una ilusión que es dura de roer y persiste o es simplemente todo lo que existe y es accesible, perceptible, entendible?
¿En qué piensas?
Esta carta, cuyo propósito era describir mis sentimientos que durante el tiempo que compartí contigo se crearon espontáneamente, se convirtió en un licuado de ideas y persona que pruebe este licuado, tendrá problemas de estómago, ya que las ideas no son compatibles. Para todo mal hay una cura. Aunque yo sólo quiero que te enfermes tú.
Para consolarte: lo que no mata te hace más fuerte, ¡aprendí mucho de ti, de lo nuestro!
Abre los ojos, me amaste superficialmente y yo a ti no te amé, sólo te quise. Ese sentimiento no evolucionó, lo siento…
Que disfrutes nuestro tercer y último aniversario,
La mala del cuento.
PD: Si estás leyendo esto, es que me decidí y por fin saqué la llave, abrí el candado y dejé que mi yo fuera el tuyo por el momento… Ya que nunca, (di que yo soy fiel a la frase “nunca digas nunca” – es sólo una de las tantas excepciones) nunca más vas a ser parte de mí…