Decidme doncella:
¿Dónde está el fruto de tu fantasía?
¿Es verdad que acaricias sombras de estrellas?
Por qué averiguas mi nombre
Por los valles más profundos y lúgubres?
No te basta con lo que perdiste
La cima inmortal de tu orgullo…?
Acaso no está bien que ya no te busque
Y me pierda en el anonimato?
Dulce princesa de la noche
El reflejo de la luna sobre el lago
Habla de tu soledad inconsolada
Triste melancolía de un amor fugaz,
No llores
Sobre el manto de la noche que te cobija
Porque lastimas a los guardianes de las sombras
Que tu elegiste para estar lejos de ti,
Pues así elegiste
Ésta vida con crespones de muerte,
Ese río con cauce tenebroso
Que se alimenta con sangrientas tristezas
Que van como lamentos de tumbas
Al negro océano de la incertidumbre y el desconsuelo,
Dulce princesa sin estrella
Cada vez me pierdo más en el olvido
Cuando más te eriges sobre tu trono,
Ya nada más puedo hacer
Estoy solo otra vez,
Ya no estaré más contigo
El cáliz está irremediablemente roto
Ya jamás beberás mi sangre otra vez
Ya nunca más veras desangrar mi corazón.