Ahí estaba ese día triste,
Bajo la sombra del árbol de la despedida,
Recordando aquel momento,
Aquel momento en que me dijiste adiós,
Qué cosas pasaron en mi mente,
Mi mente perdida en el ayer,
El ayer que no volverá.
Recordé los bellos momentos,
Bellos como tu figura,
Una sedosa imagen que recorrió mi pasado,
Aquella imagen imborrable que dejaste en mí ser.
El viento soplaba en mi rostro,
Avivaba más mis recuerdos,
Los recuerdos que solo tenían un nombre,
Tú,
Tú, tus lágrimas de despedida,
Mis lágrimas de recuerdo.
Al moverme de la sombra, el sol pude sentir,
Ahí recordé que ahora estas mejor,
Ahí recordé que eres feliz,
Y serás feliz porque, porque yo lo deseo.
Solo le pido a dios,
Algún día lejano poderte ver,
Abrazarte, abrazarte como nunca,
Y ver aquellos ojos que recordé.