Yo tuve ese amigo, un hombre enorme;
Lleno de amor, de angustias y de tino,
Era, mi hermano, mi primo, mi tío,
Lloraba pensando en algún niño,
Pensaba que todo sería distinto,
Nunca le perdone que se haya ido…
Se fue sin hacer alarde de su vida,
Encontrando siempre las cosas pequeñas,
Aquellas que nadie podía ver, el, las veía,
No le tenía miedo a nada, nadie le temía,
Vivía solo, siempre con visitas,
Todo lo que tenia lo compartía…
Cuanto lo extraño, se fue sin despedirse,
Nunca le perdonaré que se haya ido,
Me falto decirle cuanto lo quería,
Me falto la última discusión por cualquier tontería,
Ahora no tengo ya su alegría…
Bohemio de andanzas que no contaba,
Nadie sabía su edad avanzada,
Tenía todos los años que tienen los que saben,
Los que vivieron mucho en poco tiempo,
Asumiendo necesidades que otros sufrían,
Sufriendo la necesidad que otros poseen…
Señor de la ley que aprendió de joven,
Valorando a cada paso al aliado,
Compañero de noches de juergas,
Adicto siempre a sus reglas,
Nunca le perdonaré que se fuera…