Usted sabrá de mí, después
En cartas dobladas en espacios sin remitentes.
Yo a usted no puedo retenerlo
no puedo llenarlo de dudas en premisas que son verdades.
Es que usted y es de dominio público
se merece amor hasta en la manía del desprecio
sí, desprecio a los semejantes que son rebrotes de uno mismo.
Lo amo
Si en una frase se perpetuara su boca
yo sería la amapola herida de la ausencia de sus besos.
Amor..
Y yo que no le creía
Que había colgado un retrato para rezar por su recuerdo
Pero, no más
Un ángel coronado en llamas
necesita destrozar a su demonio
y devolverse pa' el cielo.
Usted sabrá de mí
En la tacita de café de la primera hora
después de haber lavado
mi cuerpo con la sed del deseo.
...
Caso perdido