Denny Sangiovanni

A mí hijo Arturo

 

En un día como hoy,

en el  77,

alrededor del mediodía,

en un día caluroso,

con un Sol muy hermoso,

se cruzaron nuestras vidas,

y fue encargo temporal divino,

el cuidarte,

hasta que pudieras por ti mismo,

encargarte.

Desde  inicio del proceso, 

el pacto se hizo con sangre,

te conocí,

y lentamente,

poco a poco,

te entregué mí corazón,

y de forma desconocida,

nuestras almas se ligaron,

por divino ligamento,

y mí vida no volvería a ser la misma,

pues tus sufrimientos,

y alegrías,

mí alma las cargaría ,

como conexión divina,

que se renueva ,

interminable en el tiempo,

cada vez que como hoy,

es tu cumpleaños.

 

  D.Sangiovanni