Hacemos lo mismo todos los días,
tratar de no pensarnos…
Absurdo
Un corazón dividido,
un par de necios jugando a sufrir.
Por gusto, por obligación,
porque no nos queda de otra.
Porque en el juego del amor
bajamos la apuesta.
Por miedo absurdo
por miedo a sufrir, sufrimos.
No nos queda más que hacernos daño,
lanzarnos granadas de trinchera a trinchera,
esperando no dañar tanto al amado enemigo.
¿Cuán dañados quedarán los corazones?
¿Quién ganará la guerra?
El odio, el olvido, el orgullo, el mismo miedo…
todos rondan el campo de batalla.