Cuando el metal se hizo fantasma
Cuando mi alma ya se hizo de carne
No sentía el aire… no te sentía.
Al ver las huellas,
Al alba mi alma quedó en llamas.
Al mirar a mi lado,
A mi vera no estabas.
Al mirar mi pasado,
Mis labios, mi cuerpo, mi vida…
En tus manos se encontraban.
Moneda al pozo, obscuro, con fondo
Ahogándome con el veneno de mis pensamientos
Latiendo del recuerdo de los besos…
Te fuiste.
En cadenas de sangre grande me dejaste
Con frío en un infierno
Sin cobija sin abrazos…
Solo con tu bendito recuerdo
Y el sabor de tus labios,
Veneno que me revivía.