Cuando observe mi vida, pude comprender que era aquella estrella tan solitaria en el cielo, que no sabía por qué estaba tan sola, será porque el destino así lo quiere, o eres tu quien me impide dirigirme hacia otras estrellas.
Oculte mis lágrimas día tras día, tratando de fingir mi sufrimiento, tratando de ser alguien más que esa sombra que acaricia tu rostro, que observa tu cuerpo y alimenta tu alma.
He vivido sola todos estos años, sin nadie que pueda comprender el esfuerzo que una mujer hace a diario, sin nadie a quien acudir cuando necesite un abrazo, sola estuve cuando más te necesite, ese día en que me vistes llorar por vez primera, cuando te busque y me rechazaste.
Me he derrumbado en lágrimas, lagrimas que para ti no importaron, sufrimiento que dejaste olvidado, y mujer que abandonaste por terceras personas.