De
Gaviota Romero Blandino En Audio
Corriendo fuiste tras el viento,
queriendo al viento apresar.
Pobre tonto, no sabes tú
que, aunque el viento toque tu cara,
tú jamás lo alcanzarás.
Buscabas felicidad,
y no supiste encontrarla.
O quizás fue que, cuando la tuviste en tus manos,
no supiste apreciarla.
Quisiste coger la luna,
y no pudiste alcanzarla.
Y presuntuoso de ti,
la miraste con desprecio,
diciendo muy despacito
¡tú te lo pierdes, lunita!
Nunca…nunca…entrarás en mi casa.