No sé cómo se traduce el amor en el idioma perfecto acomodado al que admira, al que siente impregnado el aroma del hechizo, al que descubre en las noticias de su vida un latido fugitivo que alguien atrapa, al que consigue en el parque la huella de los besos. No sé, hay muchos transeuntes en el camino al "encuentro"; donde sólo se reconocen los que se aman, donde sólo se desconocen los que no amaron. No sé, "amar", será encontrarse en los ojos, en el tacto; en el pecho de otro que no es como tú y a la vez te necesita, te siente, te sueña, te vive. Es como algún tipo de lenguaje que sólo traducen los que han llorado un "te extraño", los que han descubierto un "siempre te estuve esperando" o simplemente los que han vivido el "te amo".