Diaz Valero Alejandro José

Poeta, tristeza y letras ( VIII )

Una serenata, dos emociones


Sonaba siempre melodiosa

aquella guitarra sonora,

preámbulo de la escena amorosa

de las nocturnas horas.

 

Susurros y risas

se oían en una ventana,

mientras en la otra agoniza

De dolor otra dama.

 

Una bella serenata

con todos sus efluvios amorosos,

para una joven de vida grata,

de labios dulces y carnosos.

 

A la otra dama, ya envejecida

se le hacía un nudo en la garganta,

y al escuchar la serenata de su vecina

sus lágrimas corrían por la añoranza.

 

Y mientras sonaba la alegre guitarra

dos mujeres la escuchaban muy atentas;

una consumida por la nostalgia

y la otra suspirando de contenta.

 

Y el guitarrista que nada sabía

de despecho, ni de amores

con una misma melodía

removía dos emociones.


Autor: Alejandro J. Díaz Valero

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