Antes que tú te entregues a sus brazos
recuerda que nunca fuiste mía
a pesar de tropiezos,fracasos
tu sincera mirada no mentía
yo se que algo profundo nos unía
amábamos la pasión y el misterio
pero nuestro temor nos abatía
la tentación de tener el poderio
para poder descifrar la vida,
pues la eternidad burla a el destino
buscando una respuesta una salida
locos, embriagados en nuestro vino
eramos niños jugando a ser dioses
pero nunca hayamos una respuesta
la sed de verdad que nos consumía
creo que aún me sigue consumiendo...
Cuando te hayas entregado a sus brazos
Yo recordaré que nunca fuiste mía
y cuando en la pasión unan sus lazos
una mano tocará mi espalda fría:
Después lloraré sin motivo alguno
reclamando iniquidad al destino
Mi mente carcomerán los gusanos
que vienen de la manzana podrida
y no querré andar camino alguno
detestandome a mi y a toda mi vida...
pues lo seguro nunca tendrá misterio
por que tú mi vida, eras mi vida.