Para T….
¡Oh, exquisita felicidad, tantas veces deseada!
¿Por qué tan arisca y escurridiza?
¿Por qué no te aposentas en la sencillez única
de mi covacha de sueños de poeta anónimo?
Ven felicidad polifacética a hacerme compañía.
¡Estoy tan solo y tanta soledad atormenta mis últimos días!
¿Dónde estás que mis avejentados ojos no te ven?
¿Estás acaso en el México de mis primeras películas
y mis primeras canciones, siempre en mí por inmortales?
¿Estás en la otra orilla del mar?
¿Rondas cerca de mi covacha poética
y por tímida no entras o es mi torpeza
la que no te percibe?
¡Cuán feliz se sentiría mi avejentada vida
si te atrevieras a habitarla!
Presiento que llegarás, ¿pero cuándo?
¿Cuándo la montaña de mis años sea tan gigantesca
que no pueda gritar ¡felicidad al fin llegaste!?