Salve al viento
que aleve sopla,
al mar siniestro
la luna roja.
Salve al sol
que aleve vive,
del cielo azul,
de mi revive.
Ni sol, ni mar,
ni viento aleve,
ni cielo azul,
ni ser alegre...
Panteón el mundo,
de mil entierros;
es mi ciudad,
es mi destierro.
Calamidad de luna roja,
que al ver la vida
de mi despoja
la triste vida.
Cantó la vida
del ser satánico,
la buer habida,
no es demoniaco,
no es solo canto,
no es solo guía
la fe se pierde
de ti en días.
Ni el ser ateo,
ni paz, ni vida,
la muerte veo,
y no hay bebida.
De Francia viene
Coñac, asedio,
dolor retiene,
final, remedio.
Mantiene muerte,
la luz precisa,
preciosa vida
la luz divisa.
Rincón de vagos,
pendientes vienen,
mantienen juegos,
amor sostienen.
Amor traiciona,
la vida misma,
de ti detona,
de mí el carisma.
Ni sol pendiente,
ni mar, ni tierra
ni amor ferviente,
ni azul, ni sierra.
Camino largo
de vida triste,
mil mundos hartos;
mujer desviste.
la muerte llega,
el sol se va,
la suerte mengua,
la vida cae.
Hacer amores
que dejan poco,
tener dolores:
por ti estar loco.
Escucha al viento,
que grita aleve
ya no hay aliento
que hoy te eleve.
Ni son la drogas
ni alcohol, ni sexo,
ni es tenerte,
no es ni texto.
Cabalgas sola,
dejando almas,
les dices "hola"
y así les calmas.
¿Acaso son,
lo que merezco?
El caso es hoy
y yo me ofrezco