Quiero que traigas en tus manos
Los sonidos del viento,
El desgarrado adiós abriéndose en el cielo,
Como una letanía,
La densidad de la palabra prohibida.
Quiero que cortes el aire indiferente de la tarde,
Con tu voz, tú impredecible voz de salto,
De espada, de mujer y de punto cardinal.
Quiero que llegues
Entre las sílabas rotas de tu estrella,
Entre las empedradas calles,
En el instante de tus labios desnudos,
En el instante de tus labios de idioma,
Tus labios de entraña y de cadalso
Por donde sube y baja la eternidad.
Que llegues disuelta en tu cintura
Color de longitud,
Quiero… en el intermitente bosque que describen tus pasos,
Saltar de soledad en soledad,
Entre las pulsaciones… la noche…
Y tú silencio destrozado.
JULIO CASATI