Murialdo Chicaiza

Poema VII

  

Tus ojos

de pan quemado

me miran

más allá de la harina

y  el trigo.

 

Tu boca

fruta fresca me habla

más allá

de la palabra

y el silencio.

 

Tus manos

herramientas perfectas

me acarician

más allá

de la piel y el alma.