walberto campos

En el último lugar del mundo (La última poesía de un libro)

¡¡En el último lugar del mundo!!

¡¿Qué habrá en el último lugar del mundo?!

Será que hay un leguleyo

que a este mundo juzga sin paradojas,

o un mar paciente que rocas moja;

¡o tal vez sólo exista un abismo profundo

para recibir al que camina sin rumbo,

a aquel que de su cuerpo la muerte despoja!

 

Quizá haya un otero al que nadie ha escalado,

o un sitio donde el sol muestra supremacía

sobre la luna, que a lo mejor es vacía,

si este su luz le ha negado.

 

¡¡En el último lugar del mundo!!

¿Qué habrá en ese último lugar?;

tal vez solo haya la última poesía…

(una simple hoja de lo que fue un poemario)…

que se desbarató, y el mar pudo empujar

con sus olas hasta esa misteriosa orilla

de ese sitio, que para mí es imaginario.

 

En ese lugar haya tal vez una última poesía

de un libro que se rompió con el fuerte viento

y un vendaval llevó esa hoja hasta allá,

un mar ciego, un poeta solitario, una vida;

o un libro negro y uno blanco, un fuego lento

¡y si eso posible es, también amor habrá!

 

¡¡En el último lugar del mundo!!

¡¿Qué habrá en el último lugar del mundo?!

puede que haya un silencio rotundo,

o quizá se pueda ver un infinito cielo celeste,

o cometas que pasan de este a oeste;

¡o será que sólo es un equívoco rumbo,

donde no hay lugar para la claridad del día!,

pero seguro que habrá una última poesía,

de un poemario anónimo y vagabundo.