Amores pasados, amores perdidos/
esos que te han abandonado y que
han robado de tus labios; el beso
primero que jamás se ha de olvidar.
Por eso; añoro ser de tu vida el último,
que cultive tus sonrisas y tener
de tus manos las divinas caricias/
como ángeles cobijando los sueños.
Y probar de la prohibida rosa,
que envuelve tu dulce boca enamorada/
el ultimo primer beso, que impregnado
se tatúe -en el silencio de mis versos-.
Poseer en la eternidad del tiempo,
el derecho de anidar no solo en tu cuerpo/
si no vivir en el plenilunio de tu alma,
esa que alberga un arcoíris en tus ojos.