Escarlata de la lluvia
El beso moribundo sobre el último & único rostro de invierno parte 1.
No basto que la vida fuera de ingrata una mayúscula para el
Fueron incapaces los días de verlo con la sonrisa en su mejor estado
La memoria ya no era una caja de recuerdos septentrionales
Sobre todo con la alegría que al parecer había tomado unas vacaciones eternas.
El continuo, paseando el tiempo que para él solo ya era un deber que su madre le había otorgado
La vida era un deposito de inconstancias sociales donde el pagaba sin sentido cada milímetro de intento por llegar a ser parte del éxito
Sin pruebas de felicidad, ni de espontaneidad, el confiscado ser continuo su vida bajo la custodia de sus padres y el castigo de tener un reservorio de alimentos
La listura lo bastaban, los recuerdos eran asesinos de una juventud desaprovechada y estudiada sobre la castración de no sonreír con una rosa a la mano
Porque la desdicha siempre rondaba hasta en sus bolsillos
Era increíble pensar que la fisionomía fue una colectiva mofa al nacer para mí
Y sobre todo ser poseedor de una latido interior lleno de un amor moribundo por la realidad que gusta de ver castigar mis sentidos
Todo llego hasta verse en un evento inusual donde partió un sentimiento
Quizás curándose…
Quizás matándose…
Pero ella apareció cuando los sueños ya estaban descansando en paz
Sobre la tragedia de mis emociones sentidas
Sabía que no era fácil creerlo
Pero su mirada me dijo todo…
Fue una noche donde el tiempo se arrodillo ante ella y ante mi detenido por un instante
Las horas, los minutos, los segundos se fueron extinguiendo según sus pasos llegaban a mí
La reina estaría haciendo una orden imperial sobre la voluntad de mis ojos y la reverencia de mis labios
Todo parecía vestirse en un sublime lila con aromas a rosas aborales
Nos fuimos entendiendo según la simetría de nuestras comprensiones
Desapareciendo a todos los presentes entre nosotros con la mente y los ojos
La atmosfera era adversa a lo visible
El todo era un conjunto de nuestra única visión
Hasta que el deseo pudo más que la fijación
Restaron horas para que el convencimiento sedara a lo increíble
Ya que ella era una belleza real y tan pura a mi contraria presencia
Aun así tuve la dicha de compartir el mismo anhelo otorgado entre el ansiado momento...
Autor : Gaury ( Gerardo David Jaramillo Bazan )