En el silencio se levanta la voz de la conciencia
y surgen los ecos del pasado. En el silencio
se provoaca al yo que nos acusa
o al discurso que redime.
En el silencio hablan las voces
que no quiero escuchar y me persiguen.
Nuestros ruidos no se esconden
delatan, maltratan, condenan, esgrimen...
Al silenciar mi ruido interior aun por un instante
he de sentir que todo se detiene
y que la voz Superior se manifiesta
porque me busca, me llama y me sostiene.