Se va la tarde,
me deja
llevando consigo
suspiros y quejas.
A paso reposado,
tranquilo, se aleja.
Yo quiero
marcharme con ella.
Ser rayo de sol,
eso quiero.
Despertar la aurora,
abrir las corolas
de las amapolas.
Besar los trigales,
y los manantiales
Ser rayo de sol,
eso quiero.
Hacer de la escarcha,
gotas de rocío
brillando en la hierba.
Abrigar los cuerpos
desolados, fríos.
Ser luz deslumbrante
cuando todo es tiniebla.
Tan sutil, discreta
la tarde me deja.
Y yo quiero
irme con ella,
ser rayo de sol
que te abraza y te besa,
cada vez que amanezca.
Ser un sol precioso
que encienda tus venas,
ahuyente las sombras,
cual manto ardoroso
templando
las horas heladas,
cuando llegue el invierno.
A Luis, mi esposo, a mis hijos Juan Francisco y Macarena, a mi nieto Thiago Agustín
Ojalá el rayo de luz de mi alma los ilumine y abrigue por siempre, para que guarden en su corazón los momentos más bellos compartidos.
Hoy lo reescribo con el corazón y, en cada latido lo vuelvo a dedicar a mis hijo Juan Francisco, a mi hija Macarena y a mis nietos Thiago Agustín y Lautaro Facundo y a mi nieta Azul. Que la luz del Espíritu Santo los guíe colmando sus vidas de amor Elida Isabel Gimenez Toscanini