La sabidurìa fluìa
en el andar de la experiencia,
acumulando el tiempo,
con sus logros y fracasos.
Lentamente en sus andares
la vida marcò un camino
de hojas secas y brotes tiernos,
de amaneceres brillantes
como la mirada de un niño.
El fiel reflejo del sol
en las tranquilas aguas de un rìo
volviò a mirar atràs
añorando aquèllos dìas...
25 de abril de 2013.