Con la misma avidez de un sediento
Voy a beber de tu amor, hasta saciar mis deseos
Hurgando en los límites de tu cuerpo
Hasta el último de tus suspiros.
Voy a besar tu espalda con ardor
Hasta grabarte cada letra de mí nombre
En rojos botones de claveles prendidos
En la suave ternura de tu piel encendida.
Pero no me hagas caso, tranquila
Aun no quiero verte excitada
Que todo a su momento llega
Y no te muerdas las uñas bebé.
Cerraré la alcoba para amanecer contigo
Sobre las sedas que hendirás con tus senos
Ese tiempo vendrá entregándonos todo…
El tiempo aquel, cuando no nos tuvimos.
Con cada gemido que des
Tu aliento será fuego quemando mi piel
Y en estertores de muerte te apresaré
Te haré volver a la vida, al amor y al placer.
Cierra ya la boca… no me escuches…
Son tonterías que se me ocurren decirte
Porque cuando ese momento llegue…
¡No tendrás tiempo, ni de mirarme bebé!
Delalma
25/04/2013 03:14 p.m.