Murialdo Chicaiza

Carta Segunda

 

Por la cruel experiencia que he vivido

del dolor, del amor, la fe, la vida

por casi todo, sin más, he pasado

bebiendo ya sea de vuelta o de ida.

 

Mi corazón, por demàs, trastocado

por lo ruin, contundente de esta herida

¿Por amar, en cambio no ser amado?

¿Està la esperanza aun dèbil, o dormida?

 

Mas esta triste cicatriz  florece

y llega a ser casi fragante rosa

como un jardín o cual erial que crece,

 

tal como fruta amarga o apetitosa.

¿Lo que cada uno tiene se merece?

 ¿Será lo que quiero, será otra cosa?