Lágrimas caídas desde lo más alto, donde brota cada nota.
Éter azul dibujado con formas únicas de pájaros y cantares,
trinos y truenos, relámpagos y centellas.
Noches que ocultan el embravecido sol de rayos punzantes,
clara luz de luna blanca virginal, pura, pulcra
como la misma luna. Noche silenciosa entre alegrías y sonrisas
de gente envuelta en sus labores y quehaceres de rutina.
Avanza la penumbra y emerge entonces, el frío, el silencio,
la quietud, el misterio, el miedo a la nocturnidad,
el deseo de la mujer amada, de los hijos soñados,
los tenidos,… los que no llegaron.
Los cuentos del día, las sonrisas por lo inesperado y valioso,
otras lágrimas por triunfar, por perder, por no hacer, por no decir.
Semblante enjuto marcado por el tiempo, desvencijado,
sin abandonar el rumbo, el mismo que con dureza y rudeza se ve .
Sueños en cuentas como camándula, uno a uno
sorteados al azar, comentados sin coherencia, pero similares
a lo vivido o como recuerdos de ayer como esperanzas de mañana.
Lluvia caída del cielo, del éter, agua que se escapa… se va
Jesús Franco
24/04/2013