Ven conmigo hacia este viaje.
Te resistes a acompañarme.
Es que... tú eres la única que puede hacerlo.
Este viaje el cual es tan importante es para mí.
Ir hacia el encuentro de ese público
que me espera, después de mi fracaso...
Me dices que no fracasé.
No opino lo mismo.
¿por qué me dices esto,
justamente ahora?
Tienes razón, no es la primera vez.
pero entonces... por qué este desaliento mío.
Es que sí soy un hombre de fe y optimismo.
Que sea más positivo, me dices.
Sí, debo ser más positivo para poder
lograr lo que ansío hacer.
No puedo estar sin ellos conmigo.
¿que si no me conformo con tus aplausos?
sí, me conformo, tú eres la única
que me alienta, que hace superar
las expectativas de mi futuro artístico.
¿Deseas hacerme cambiar de decisión?
Mi decisión en la vida es tenerte a ti,
y a ellos, claro... no todo se puede tener.
Al menos la fe no la he perdido.
Claro que te amo. Tú bien lo sabes.
¿si extraño? sí, extraño los aplausos...
es el regalo que tenemos los intérpretes,
ya varias veces te lo he dicho.
¿Si no soy feliz contigo?
sí, soy feliz, pero...
¿cómo me estás diciendo esto?
No, no me arrepiento de haberme unido a ti.
¡cuántas veces te he dicho
que lo primordial en mi vida eres tú!...
¿que no lo parece?
es que... eres tan reservada, tan callada...
¡claro que sí, soy feliz con tu presencia,
cuando no estás me desespero!...
eres la fuente de mi vida...
sin ti no podría vivir...
¿Si tuviese que elegir entre el éxito y tú?...
podría tener las dos cosas...
¿o es que me quieres hacer optar entre
tú o el público?
¿realmente tú te consideras mi público?...
no, no te califico de egoísta...
si tú me faltaras en presencia,
creo que mi muerte llegaría antes
de lo previsto...
es que mi juventud aún está en todo mi ser...
mis brazos tienen las suficientes fuerzas
para ti y para ellos...
Entonces, me quieres hacer elegir...
sí, te he dicho que me acompañes
a encontrar la felicidad...
mi felicidad siempre ha sido la de encontrarte...
ahora estás frente a mí...
es que a veces tengo el gran temor,
el gran miedo de perderte...
de quedarme sin ti...
¿Verdad que permaneces siempre en mi alma?
¿que siempre has de acompañarme en mi soledad?
Si fuese así, me acompañarás a encontrar la felicidad,
porque conmigo estarás...
Si tuviese que elegir, en este momento,
los aplausos de todo un público,
elegiría el tuyo, que vale por miles
de manos aplaudiendo...
Todos los derechos reservados del autor (Hugo Emilio Ocanto - 27/04/2013)