Murialdo Chicaiza

De lo terreno

 

Son ya veinte y cinco años

los días de mi errante camino

vida de grises y azules sueños

y un mar que me ha sido ajeno.

Me han herido por los costados

han proclamado mis debilidades

me han dado de espinas los vados

y la dolorosa soledad de las tardes.

No les tengo rencor por esto, no

tal vez yo más que ellos herí

a otros, como no probé el veneno

pensé que solo yo sufrí.

Yo lo llamo asuntos de lo terreno,

creo que viviré un tiempo más

trataré de ser tolerante, sereno

prefiero ser alguna vez que jamás.

Más que todo amaré a mi prójimo

tal vez luego de mi, él aprenda

el poder hacerlo está en mí mismo:

voy a caminar, esta es mi senda.