En medio de la tormenta
cambia de color la realidad
los tintes que parecías
fuertes, se ponen opacos.
Y la mente traicionera
te ilusiona con ver cosas bellas
mientras sigues sentado tras el vidrio
observando las gotas caer.
Del corazón salta un latido
dejándote caer
en la infinita imaginación
y ves las hojas revolotear
por el viento que desprende
una nube juguetona.
Y en cada una de ellas
un suspiro por creer en el amor.