En la hoguera de tu pecho encontré
latiendo lento un corazón de fuego,
sus brazas en mi brazos abracé,
y nuestros corazones se fundieron:
Nuestra vida se vino a encender
al calor del amor, el elemento
principal que no deja descender
la llama, ni en distancias, ni en tiempos:
Antorcha ardiente en el alma descansó,
el calor que nos hace sentir vivos,
es el fuego abrazador del amor;
Es el amor quien nos mantiene unidos,
su flama el corazón nos abrigó,
envolviéndonos en su viento tibio.