Me he sentido rechazado
esta vida ya no me quiere,
en este mundo disfrazado
que solo al mal lo requiere.
Año a año van destrozando
en vicisitudes los deberes,
de la fe van quebrantando
verdad de Dios los infieles.
Todo se va transformando
en un mundo de cascabeles,
y a la paz le están negando
amor de Dios para los fieles.
Solo el poeta está versando
dando color a sus claveles,
y en batallas va disparando
verdad; lucha sin cuarteles.
Casi siempre él va contando
algo de injusticia en papeles,
como aguijones cabalgando
en los cascos de los corceles.
¡Cuán doloroso es el dolor
que aqueja esta vida!…
¡Cuán doloroso es el amor
con una fe perdida!…
(victolman)